domingo, 7 de febrero de 2010

HOY EN CLASE... Caso Práctico Nº 2

La familia del caso práctico número dos está formada por un padre ligeramente deficiente, una madre que padece esquizofrenia paranoide y tres hijos pequeños (seguramente no deseados), dos varones y una niña recién nacida, la cual ha sido diagnosticada de espina bífida.

TIPO DE CONTACTO ESTABLECIDO.

El caso concreto de esta familia es conocido por los servicios sociales comunitarios después de que la trabajadora social del ayuntamiento de la localidad en la que residen, previa entrevista con la madre, considerase necesario realizar una investigación sobre el núcleo familiar.
Por lo tanto el contacto establecido es una demanda, pues además es la madre la que solicita de nuestros servicios pues considera necesario que a su familia se le garantice una vivienda de VPO.

CONTEXTO DE LA SOLICITUD.

El contexto en el que se da la solicitud es de carácter asistencial. Lo que en un primer momento parece un servicio de apoyo económico, deriva en un caso más complicado con carencias no sólo de índole económica.
Es lo que en el gremio se conoce como “familia multiproblemática” pues son varios miembros los que necesitan de una intervención por parte de los servicios sociales y por diversos motivos.

ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN DISPONIBLE HASTA EL MOMENTO.

Información Individual:

El miembro de la familia que requiere principalmente de asistencia social es la madre. De ella sabemos que es una mujer de 33 años, que padece una esquizofrenia paranoide, aunque actualmente se encuentra en tratamiento. Se divisan en ella escasas habilidades sociales y personales, y en el momento de la primera intervención con la familia no poseía relaciones con su entorno.

Además, se detectaron en ella pocas habilidades paternales y se confirmó que el embarazo de la tercera hija no fue deseado. Se desconoce si los anteriores embarazos tampoco lo fueron.

Sus familiares directos son una madre y una hermana, residentes en la misma localidad y con las que mantiene una buena relación. Son ellas las que se han venido ocupando del cuidado de los hijos y de las tareas del hogar. Ellas constituyen su única red de apoyo.

Al dar a luz a su tercera hija, conoció que ésta había nacido con una enfermedad conocida como espina bífida con pronóstico de parálisis en ambas piernas (la espina bífida es un trastorno en el cual existe un desarrollo anormal de los huesos de la columna, de la médula espinal, del tejido nervioso circundante y del saco con líquido que rodea a la médula espinal).

Precisamente la enfermedad que padece la pequeña, puede crear nuevos conflictos en la familia pues es una enfermedad complicada, que requiere de un tratamiento constante y costoso.

Información Familiar:

El padre de familia es un hombre de 40 años que trabaja eventualmente como peón agrícola. Padece una ligera deficiencia mental. Sabemos de él que es un hombre muy trabajador y que mantiene estrechas relaciones con la vecindad. Además proviene de una familia bien estructurada que, aunque no puede servirnos como apoyo instrumental porque residen en otro municipio, mantienen una estrecha relación con él.

El hijo mayor, de dos años de edad en el momento inicial de la demanda siente un fuerte apego hacia su madre, a pesar de las reticencias de ella. Actualmente ha sido escolarizado en el primer curso de educación infantil.

El hijo menor, actualmente de un año de edad (tenía 10 meses en el momento de la demanda) se encuentra en buen estado de salud.

Por otra parte, la situación familiar no parece haber empeorado desde que se produjo la demanda hasta la actualidad. Las relaciones afectivas siguen siendo buenas, destacando el padre sobre la madre.

Información Social:

La madre se puso en contacto con la trabajadora social del ayuntamiento para solicitar una vivienda de VPO pues la casa en la que vivían por aquel entonces se encontraba en unas condiciones pésimas de habitabilidad. Actualmente, la familia se encuentra asentada en su nuevo hogar.

El aporte económico proviene del padre, ya que es el único miembro de la familia que tiene un oficio remunerado, el cual es de carácter eventual.

Las redes de apoyo informal se componen de la madre y hermana de la mujer y de la familia del padre, aunque ésta última reside en un municipio a unos 50 km de distancia. Tanto el padre como la madre mantienen una buena relación con sus respectivas familias.

INFORMACIÓN A RECABAR POR EL EDUCADOR ANTES DE TOMAR UNA DECISIÓN SOBRE EL PROCESO DE AYUDA.

En mi opinión habría que recoger información sobre los siguientes aspectos:

- Relación paterno- filiales. Para conocer más a fondo el tipo re relación establecida entre el padre y sus hijos, así como la de la madre con los mismos. Habría que analizar el apego existente entre los miembros de la familia, la disciplina que ejercen sobre los niños y los cuidados físicos que les prestan. También sería óptimo conocer el estado en el que se encuentra la relación matrimonial (cercana, fría, amistosa, deficiente…)
- Estado de salud de la madre. Conocer cuál es el tratamiento a seguir tras su reciente detectada enfermedad y ser conocedores del buen cumplimiento de la misma.
- Estado de los hijos. Sobre todo del mayor, ya que por primera vez, ha sido escolarizado. Habría que recoger toda la información posible en cuanto al ámbito escolar, como por ejemplo la relación que mantiene con los compañeros de aula, si realiza adecuadamente sus necesidades fisiológicas, si se duerme en clase, si come correctamente o por el contrario hay falta de alimentos, si se muestra receptivo ante las actividades escolares… También tenemos que saber si en su casa es alimentado, aseado, vestido y cuidado correctamente.
- Economía familiar. Analizar de dónde provienen los ingresos económicos de los que dispone la familia.
- Seguimiento médico de los tres hijos. Conocer si los padres cumplen asiduamente con los controles de vacunación, si acuden regularmente al centro ambulatorio y si son correctamente atendidos en el hogar si se reciben órdenes médicas (toma de antibióticos o algún tipo de medicamentos). Es muy necesario conocer a fondo el tratamiento que debe recibir la hija y si éste está siendo llevado a cabo correctamente.
- Nivel de estudios de los padres. Conocer todos los oficios que ha ejercido el padre (lo que nos ayudará en la búsqueda posterior de un empleo de carácter fijo). Determinar si los padres han recibido enseñanza básica. Estudiar el grado de empleabilidad de la madre.
- Ayudas económicas por discapacidad. El tratamiento que debe seguir la hija menor quizá este subvencionado por alguna entidad pública o la familia tenga derecho a alguna paga extra por minusvalía.
- Escasa relación con el entorno por parte de la madre. Investigar a qué se debe el poco interés que muestra la madre por establecer relaciones con las personas que la rodean. Detectar signos de marginación o rechazo por parte del entorno, en caso de que los hubiera.

FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN.

Factores de riesgo:

1.- En relación a los padres, hay que tener un control y especial cuidado con los aspectos de las enfermedades del padre y la madre (deficiencia mental ligera y esquizofrenia paranoide respectivamente).Otro factor que nos debería preocupar es la delegación de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos a la abuela materna y a la tía de los mismos.

2.- En cuanto a los factores de riesgo del ámbito familiar se debería tener un especial cuidado, en mi opinión, con el trato que los padres ejercen sobre la hija recién nacida. Al no haber sido un bebé buscado y nacer con una enfermedad complicada, puede hacer que los padres no se impliquen emocional y atencionalmente con la pequeña. Además hay que destacar que aunque la familia ve satisfecha sus necesidades más básicas, viven en una situación precaria económicamente debido a que tan sólo trabaje el padre y lo haga de forma eventual.

3.- Por último, los factores de riesgo que podemos encontrar en los hijos vienen determinados por la edad de los mismos. Son niños muy pequeños, lo que les hace más vulnerables. Además, a la situación familiar de los hermanos hay que sumarle la llegada de un nuevo miembro que padece una enfermedad relativamente grave.

Factores de protección:

1.- A pesar de las enfermedades que padecen y las dificultades a las que se enfrentan, los padres mantienen una buena relación con los hijos, sobre todo el padre, que es cariñoso y cuidadoso con los pequeños. La madre también tiene buena relación, pero en menor medida. Sin embargo, y de nuevo a pesar de su enfermedad, es una mujer que sabe cómo actuar ante las adversidades, pues fue ella misma la que se puso en contacto con el ayuntamiento para solicitar una VPO.

2.- Los factores de protección relacionados con el ámbito familiar vienen determinados por la buena relación que el padre mantiene con el entorno social que le rodea (no así la madre). Además, las familias de ambos son un apoyo muy positivo. Hay que destacar también la buena acogida por parte de la familia ante la ayuda de los servicios sociales, algo fundamental para el buen desarrollo del proceso de intervención.

3.- Finalmente, entre los factores de protección de los menores de la casa hay que destacar la correcta escolarización del hijo mayor, cuyo centro y tutores nos serán una efectiva fuente de información sobre el niño.

OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA.

Llegados a este punto, toca fijar unos objetivos de intervención exclusivamente educativos para con la familia. Nuestra función se limitará a ser asistencial ya que ayudaremos a una familia a superar una situación de dificultad, pero los miembros de la misma deben ser conocedores de los objetivos de nuestra intervención y estar de acuerdo con los mismos.
Una vez aclarado esto, paso a enumerar de forma sucinta los objetivos que personalmente fijaría para llevar a cabo el proceso de intervención educativa:

- Asociacionismo o entidades de apoyo a la madre y la hija. Por sus diversas enfermedades, conocer si en el municipio o en las cercanías existen entidades de apoyo. Asegurarnos también de que, si están en derecho de solicitar alguna paga extra por sus enfermedades, lo hagan.
- Familia numerosa. Al nacer la tercera hija, constituyen una familia numerosa, por lo que tienen derecho a una paga mensual que proporciona el gobierno.
- Proponer a los progenitores que ingresen en una guardería a los dos hijos más pequeños. De esta forma, se les iría educando y preparando para el futuro ingreso en un centro escolar, a la vez que lograríamos que la abuela y la tía de los mismos pudieran aliviar en cierta medida la presión que supone cuidar de los pequeños, pues ambas, al conocer la noticia del tercer embarazo, se vieron un poco abrumadas por la situación.
Además, también esta medida sería positiva para la madre de los niños, ya que al disponer de más tiempo libre, podría dedicarse a sí misma o incluso a realizar alguna actividad de carácter cultural o de ocio (que le permitiría conocer gente nueva con la que tendría la oportunidad de relacionarse).
- Seguimiento del rendimiento escolar del hijo mayor. En primer lugar habría que ponerse en contacto con el director del centro y de los tutores del chico, para alertarles de la situación familiar del pequeño, eso sí, respetando siempre el derecho a la intimidad. Una vez hecho esto, sería recomendable tener reuniones regulares con el equipo docente para conocer la evolución del niño o las posibles complicaciones que puedan haber surgido en el contexto escolar.
- Informar a los progenitores de medidas anticonceptivas. Dado que se piensa que ningún embarazo ha sido deseado y conociendo con bastante seguridad, que los padres no desean más hijos, asesorarles sobre las posibles medidas anticonceptivas de las que disponen.
- Seguimiento médico de la hija. Asegurarnos que la pequeña está siendo sometida al tratamiento de forma adecuada y conocer las posibles necesidades que una enfermedad de esas características pueda provocar. Sería beneficioso para la madre que, en caso de que la pequeña lo necesite, fuese ella quien la acompañase a un centro de rehabilitación, por dos motivos. En primer lugar porque así la progenitora sería testigo directo de los ejercicios que debe llevar a cabo la niña, y por otro lado, porque seguramente este acercamiento entre ambas aplacaría un poco la ansiedad que provoca en la madre la maternidad.
- Supervisar el tratamiento médico de la madre. Garantizando que la misma acuda regularmente al médico especialista que la trate y poniéndonos en contacto con él de forma regular si fuese necesario.
- Desarrollar las habilidades parentales de la madre. Transmitiéndole una educación del hogar, consistente en cómo se debe portar con los hijos, cómo organizar las tareas del hogar, cómo manejar la economía doméstica… en fin, ayudarla para que asuma su rol de madre de familia.
- Abordar con el matrimonio la organización familiar. En caso de que fuera necesario, asesorarles sobre las funciones que deben cumplir como padres de una familia numerosa.
- Contactar con la Asociación de Familiares de Espina Bífida. Así conocerán a otras familias que pasan por la misma situación que ellos y se les proporcionará información en relación con la enfermedad de la niña pequeña. (Nueva oportunidad para la madre de relacionarse con un nuevo entorno). Si fuese necesario, o a petición de los padres, los profesionales de la investigación podrían acompañarles en las ocasiones que ellos así lo requieran.
- Adaptación de la vivienda en concordancia con la enfermedad de la hija. Debido a que la pequeña no podrá subir escaleras y necesitará de un baño adaptado a sus necesidades, entre otras cosas, sería recomendable elaborar una búsqueda de recursos que permita a sus padres adaptar la casa a las necesidades de la pequeña, empleando el mínimo coste económico posible.
- Finiquitar el aislamiento social de la madre. Instándola a asistir a actividades de ocio y tiempo libre, o acompañando a su hija a rehabilitación, como ya he indicado anteriormente, pero también, aconsejándola a relacionarse más con sus propios hijos, recogiéndolos en el colegio, un buen lugar para entablar conversación con otras madres. También sería bueno que, por ejemplo, se ofreciera a ocupar un puesto en la comunidad de vecinos, pues así mantendría una relación más estrecha con ellos.

Finalmente recalcar que si se adoptasen todas estas medidas, sería muy bueno contar con el apoyo de la madre y hermana de la progenitora, pues su colaboración con nosotros es fundamental.

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