viernes, 15 de enero de 2010

Fotos que cambiaron la Historia (VI)

El 28 de agosto de 1963 Martin Luther King brindó su discurso "I have a dream" (Yo tengo un sueño) en los escalones del monumento a Lincoln en Washington D.C. Está considerado como uno de los mejores discursos de la historia.
King habló poderosa y elocuentemente de su deseo de un futuro en el cual la gente de raza negra y blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales.
King comienza hablando de la Proclamación de Emancipación que había sido firmada hacía doscientos años (1763), y de cómo todavía existía la segregación a pesar de lo que ese y otros documentos históricos de su país prometían:

"Estoy feliz de unirme a ustedes hoy en lo que quedará en la historia como la mayor demostración por la libertad en la historia de nuestra nación.
Hace años, un gran americano, bajo cuya sombra simbólica nos paramos, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio.
Pero 100 años después, debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro todavía no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación"


Pide justicia y cambio, y afirma que es el comienzo de la lucha, aunque descarta la violencia como medio. Describe el padecimiento de la raza negra en ese momento con ejemplo contundentes (no poder parar en moteles, no poder votar, etc.), y les pide que sigan luchando por sus ideales:

"No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia.
Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en la violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma.
Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado a nuestro destino".


El momento más emotivo es cuando describe (con el famoso "I have a dream") el país que imagina para sus hijos: uno en el que los chicos blancos y negros convivan sin ningún tipo de prejuicio:

"Yo tengo un sueño, que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo un sueño, que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.
¡Yo tengo un sueño hoy!"


Despide a los asistentes diciéndoles que vuelvan tranquilos a sus lugares, que de algún modo el cambio iba a llegar:

"Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo espiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"

1 comentario:

  1. Indudablemente se avanza, ¡pero con que lentitud!Si M. Luther se levantara de la tumba podria volver a ella tranquilo viendo que Obama ,un negro, es Presidente.....¿o no?... Porque son de verdad iguales negros y blancos.Pues no y no solo por cuestion de racismo, sino por otra de indole economica: los negros son mas pobres.... En fin, todo se andará....

    Cual es el Pais mas pobre de America? Cual es el que tiene mas poblacion porcentual de negros?. Seguro que alguien hace el siguiente ejeccio:contar cuantas veces sale la palabra HAITI en los medios de comunicacion desde el terremoto hasta 10 dias despues. Dentro de tres meses, repetir el ejercicio(Y eso que un pais desvastado no se arregla ni en tres meses ni en tres años).Pero ya tendremos muchas conciencias tranquilas

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