domingo, 20 de junio de 2010

8ª EXPOSICIÓN: COLECTIVO GITANO



Y seguimos con las exposiciones… en esta ocasión le toca el turno al colectivo gitano. ¡Vamos a ello!

En primer lugar, en esta ocasión sí que me parece apropiado aportar la definición de lo que se considera el pueblo gitano: Se denominan gitanos, romaníes, pueblo gitano o pueblo rom a una comunidad o etnia de origen indio, que data de los Reinos medios de la India, con rasgos culturales comunes aunque con enormes diferencias entre sus subgrupos. Se encuentran asentados principalmente en Europa, ya que de hecho son la mayor minoría étnica de la Unión Europea, aunque están presentes también, pero en menor proporción, en el resto del mundo.

En nuestro país, la comunidad que cuenta con un mayor porcentaje de población gitana es Andalucía (aproximadamente 270.000 habitantes), seguidas de Cataluña, Madrid o la Comunidad Valenciana.

Esta etnia viene sufriendo a lo largo de su historia un cierto rechazo por parte de la sociedad, probablemente porque son un pueblo con unas costumbres muy marcadas y unas tradiciones muy arraigadas. Aunque con las sociedades modernas, esta distancia se ha ido acortando, aún hoy encontramos muchas barreras que separan al pueblo gitano de los no gitanos.

Aún hoy, se tiene un concepto del gitano algo negativo (analfabeto, nómada, chabolista…) pero lo cierto, es que en la nueva sociedad del consumo, los gitanos no distan mucho de la población no gitana con unas características sociales y económicas semejantes a las suyas. De todos modos, el pueblo gitano es mucho más que eso.

Reconocido como pueblo transnacional por la ONU, y como decía anteriormente, los gitanos tienen que cumplir, además de la legislación del lugar en el que habitan, una serie de leyes gitanas que han ido sobreviviendo con el paso del tiempo y que aún les caracterizan como etnia. Algunas de ellas son:

- Engañar o robar o delatar a otro gitano.
- Abandonar a la familia en cualquier problema
- Invadir los límites del territorio de una familia “contraria”
- No cumplir con las leyes que habían sido impuestas por un consejo de ancianos.
- El incumplimiento llevará sanciones desde la agresión física al llamado destierro.
- Si un gitano incumple una de estas leyes será sancionado por la ley gitana.

Además de estas leyes gitanas, presentan unas características culturales muy concretas que, como educadores sociales, debemos tener en cuenta siempre para una intervención.

- Prevalencia del grupo frente a la individualidad de la persona. Este factor es esencial para entender la cultura gitana, y supone una importante diferencia respecto de la, cada vez más individualista, sociedad mayoritaria.

- Organización social fundamentada en la familia. Entendida en sentido extenso, la familia es el núcleo principal en torno al que se desarrollan las relaciones sociales y personales. A la hora de relacionarse, las personas gitanas tienen en cuenta si la persona pertenece al grupo de parientes o es un extraño. Es la familia el primer y más importante grupo de socialización, donde se forma la personalidad, donde se enseñan las normas gitanas. En la cultura gitana predomina el patriarcado y la afiliación es patrilineal.


- Gran valor de la palabra. La palabra oral que da un gitano es sagrada, prevaleciendo sobre la escrita que se hace innecesaria.

- Respeto a los ancianos. Su figura es muy representativa en la comunidad y se cuidan en casa.


- Influencia de los gitanos mayores en los más jóvenes. En situaciones de conflicto, se tendrá en cuenta la decisión que tomen los “gitanos de respeto” que forman un Consejo de Ancianos; la decisión debe ser beneficiosa para las dos partes implicadas en el conflicto y el acuerdo debe ser aceptado y ejecutado por las dos partes. Ante una supuesta intervención, sería importante buscar la influencia de aquellos gitanos de respeto que tienen capacidad para aceptar los nuevos aspectos de la vida de la comunidad que favorecen su desarrollo.

- Papel tradicional del hombre como proveedor de recursos económicos para la familia. En términos generales esto es así, aunque también depende del sitio donde se asiente la familia, ya que por ejemplo en el norte de España y el Levante es la mujer quien lleva el peso familiar y el marido quien ayuda.


- Papel clave de la mujer gitana en su comunidad. Las mujeres gitanas son las educadoras, las cuidadoras de niños y mayores y las transmisoras de las normas y valores de la cultura gitana. Presentan una mayor permeabilidad hacia los cambios en general (y específicamente a los relacionados con la salud). Ello se debe en gran medida a que han sido el grupo hacia el que más programas educativos, sociales y sanitarios se han dirigido desde las instituciones y asociaciones.

- Matrimonios tempranos. Como consecuencia del papel tradicional de la mujer como perpetuadora de la cultura gitana, se sigue dando una sobreprotección (desde el punto de vista de la sociedad no gitana) de las mozas: desde edades tempranas se las prepara para el matrimonio y para asumir las funciones reproductivas. La niña es criada para ser “ama de casa” y una buena madre. Aunque con la educación que reciben en la escuela esto está empezando a cambiar, muchas de ellas no sienten la necesidad de estudiar ya que para estar en casa no lo necesitan. Su rol es asumido de forma natural ya que forma parte de su cultura.


- Importante papel de la juventud en la evolución. No obstante, y sin duda influenciado por el incremento de educación académica, la juventud constituye también un motor de cambio que está contribuyendo a transformar el modelo de vida de la comunidad, a hacer evolucionar sus valores de referencia y a redefinir su identidad.

- Gran presencia de la iglesia evangelista. Las iglesias evangelistas (denominadas popularmente “el culto”) han ido teniendo en los últimos tiempos una presencia creciente en la comunidad gitana y se han constituido como un espacio grupal para el apoyo grupal y la resolución de conflictos. Hay que tener en cuenta que cada iglesia y cada pastor tiene una influencia diferente ente los feligreses.


- Gran relevancia de la figura de los difuntos. Es importante tener en cuenta las manifestaciones que pueden surgir cuando se confirma la muerte de algún allegado. El luto frena las actividades sociales y laborales y condiciona la estética personal (vestimenta negra y pañuelo en mujeres, barba en hombres…) y la vida comunitaria en cuanto a manifestaciones de alegría o actividades lúdicas.


APORTACIÓN PERSONAL
Personalmente, siempre he creído que el pueblo gitano es el mejor ejemplo de que la marginación conlleva la automarginación y a la viceversa.

Con esto no quiero decir que el pueblo gitano busque ser discriminado o marginado ni mucho menos, pero sí que pienso que es un pueblo muy cerrado con unos hábitos muy característicos. Para ellos, su cultura y sus costumbres son sagradas, es decir, que tienen que acatarlas y respetarlas en un alto grado.

Siempre he creído, que en la diversidad de todas las culturas existentes en el mundo, podemos encontrar aspectos que nos resulten interesantes y positivos. Por ejemplo, de la cultura gitana, admiro el valor que se le da a la familia. En rara ocasión, un gitano deja de lado a un familiar enfermo. Es más, hará todo lo que esté en su mano por ayudar a su pariente y calmar el pesar de la familia más directa del enfermo.

Es cierto que la mujer gitana es doblemente discriminada, primero por mujer y después por gitana, pero también es cierto que el papel que desempeñan de transmisoras de la cultura a hijos y nietos es digno de mención… En fin, supongo que lo que quiero decir es que ni todo es blanco, ni todo es negro.

Ni los gitanos quieren “apayarse” ni a la viceversa, pero si dejáramos de ver la interculturalidad como una utopía, los gitanos podrían enriquecerse de algunos de nuestros valores y en el sentido contrario, los no gitanos podríamos tomar prestadas algunas de sus tradiciones o valores culturales.

Y a esto es a lo que me refería al principio, cuando mencionaba la marginación y la automarginación. Las discriminaciones son culpa de la sociedad, y la sociedad está formada tanto por payos como por gitanos. Éstos últimos por ser un pueblo muy cerrado con tendencia a no salir de su círculo, y los no gitanos, como mayoría que somos en la sociedad, por no interferir en el camino y buscar una mayor integración entre las dos partes. ¿Entonces qué se da primero? ¿Los marginamos y por ende, ellos se automarginan o es al revés?

Lo verdaderamente importante es que se trabaje en la educación intercultural, y como bien dicen las compañeras que llevaron a cabo este tema, con el gitano como sujeto de la intervención y no como objeto.

1 comentario:

  1. eh tenido el placer de poder estar cerca del pueblo gitano y eh visto costunbres vastante cerrada en si , pero no por hello vamos discriminar a este pueblo si es cierto que deberiamos concienciarnos todos hellos intentando parecerse mas a nosotros por ejemplo que la niña gitana terminara al menos la e.s.o. . Pero nosotros tambien devemos esforzarnos en intentar enterles y ver el lado bueno tradicional de las cosas ( devemos soliderarnos mas ambos ).

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