Tengo un tío segundo que se llama Manolo, es primo hermano de mi madre y tiene síndrome de down. Recuerdo que cuando era muy pequeñita, en cenas de navidad, comuniones o cualquier encuentro familiar nunca quería darle un beso... él era diferente y yo le tenía miedo. Cuando a los pocos años fuí consciente de aquello me odié a mi misma por haberle despreciado de ese modo, pero una personita tan pequeña no se da cuenta del daño que puede hacer algo así.
¿Sabéis lo mejor de todo? Él nunca me despreció por esto, siempre volvía a intentar que le diera un beso en la mejilla, como lo hacía con los demás.
Tal vez, si yo con cuatro años hubiera tenido un baby down en vez de un baby born o un nenuco, no hubiera tenido ningún problema en saludar a mi tío Manolo como hacía con los demás. Esta es la mayor ventaja de que haya una muñeca de estas características en el mercado. Muchos niños se familiarizarán con el síndrome de down, lo conocerán y lo comprenderán más facilmente. Y por encima de todo, muchos pequeños con el síndrome se sentirán parte de la sociedad al tener entre sus brazos un bebé de plastico con los ojos rasgados al igual que ellos.
Si hay muñecos negros o chinos, ¿por qué no esto? Siempre que no se frivolice con el tema, es positivo y un adelanto para esta sociedad que se ciñe estrictamente a lo normal e ignora aquello que se sale de la norma o lo corriente.
Por supuesto, es de agradecer que tres euros del precio de cada ejemplar de Baby Down vendido sea donado para la Fundación Down España. Asociaciones cómo ésta que luchan por una causa y por superar las barreras sociales y culturales a las que se ven sometidas, y que no siempre son valoradas como se merecen.
Pero bien, la controversia surge por la forma en la que se intenta vender el muñeco, con frases como... "Bayby down necesita una dosis extra de cuidados", "Dame a oler algodoncitos con colonia...pero ten cuidado, no me los metas por la nariz, porque me podrías hacer daño". Sinceramente, a mi esto no me escandaliza, si miráis la forma en la que se venden las muñecas hoy en día que son tratados como personitas reales.
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